Te llega una carta larga de tu madre escrita para tu hermano Gonzalo, que vivía y vive en Canadá, y para ti, que vives en USA. Primero la empezó dándoles a conocer noticias de la casa, el auto que vendían, el debate público y las elecciones que se avecinaban, para terminar en un flujo de conciencia rápido, casi delirante, donde cuenta y habla y salta sobre todo, sobre sus hermanas, su madre, las empleadas, tu padre, y con interrupciones del teléfono para continuar después con otra historia, otro salto más. Para empezar lo hace lentamente, y les cuenta sobre las llamadas telefónicas que salían caras, por eso trata de evitar hacerlo tan seguido:
“….hoy desperté pensando en que quería llamarlos, y para no ceder a la tentación del teléfono me vine al computador….”
El ambiente político estaba en ebullición ese año, el 14 de Diciembre de 1989 habría elecciones para elegir el presidente de Chile, junto a senadores y diputados. Búchi era el candidato oficial de la derecha, sucesor de Pinochet, y competía con Patricio Aylwin, candidato opositor y amigo de tu padre:
“…hay comidas para reunir fondos para candidatos de oposición. Se va con gusto a la primera, pero repetirse el lugar más veces…Las Condes 11.00 creo. Tengo que vender 20 entradas para un té, 20 para una comida, y 20 a otra comida….también debería ir a Talca, pero no tengo auto bueno para más de dos horas de viaje….”
Finalmente vendían el Chevrolet recalentado, chocado y repintado en el garaje Gutiérrez de Algarrobo:
“….Juan está leyendo el diario, mientras hace tiempo. Por si alguien viene a ver el Chevette que está afuera limpiecito, con todas sus manillas y tuercas, recién tapizado, reluciente, listo para ser vendido en ochocientos mil pesos….”
Pero conversan, leen y no llega casi nadie a ver el auto:
“…son más de las 11, nadie viene a ver el auto (?) ¿Y si yo rifara el mío a cinco mil el número? Tendría que vender 250 números, pero como está tan recalentado capaz que me sigan juicio…voy a pensarlo…”
Finalmente parten a almorzar:
“….a las once justas nos fuimos a almorzar a la Hostería del Arrayán, la que está junto al río. Bajo un parrón delicioso, con un guitarrista y otro músico al arpa. Pedimos pastel de choclo. El mozo tenía unas inmensas manos de Frankenstein…”
Ahí logran conversar sobre la casa, los hijos, y nuevamente el auto, las rifas y la política:
“…..Juan casi se infartó durante el almuerzo, cuando le conté lo de rifar mi Chevrolet a beneficio de Wilna Saavedra (candidata a parlamentaria el año 89 por el partido democratacristiano, PDC. Sacó 36.837 votos frente a Carlos Montes, del Partido por la Democracia que ganó con 51.504 votos. Ella falleció en el año 2011), claro que descontando para mi el valor del auto, más unos 300 mil para ella….ya se vio con mala reputación…”
Llegan de regreso a casa, pero tu madre está cansada:
“…el viaje en el Chevrolet reluciente y chúcaro me dejó tan rendida, que me dormí el noticiero español de la tarde…”
Y pierden al único comprador despistado que se asomó por la puerta:
“…son las siete de la tarde, alguien vino a ver el auto, pero Juan anda con el por Indisa. Perdimos nuestro único interesado, un barbudo juvenil…”
Enciende la TV y nuevamente la inunda la realidad política del país:
“…cuando escucho en TV hablar sobre los $ que llegan para la oposición y veo las modestas páginas con la vida de Aylwin, para repartir… es triste. Al lado de lo empapelado que está Santiago con pósters de Büchi….”
Creen que Aylwin ganará la elección, pero ya habían ocurrido muchas cosas en el Chile de ese entonces, de manera que nada se podía asegurar:
“..si no hay trampa, ganará Aylwin. Quien ha dicho y repetido que no puede prometer un gran cambio en lo económico, sino solo más justicia social. El Gato Pardo, o sea que todo cambia para quedar igual. Cuatro años, el tiempo mínimo indispensable para que la civilidad vuelva a la democracia. Hay gente que empieza a vender sus casas, ¿propaganda o miedo verdadero?..”
Tu hermana ya había tenido a su bebé, Patricio (Patatín, el Tin). No más vómitos para tu hermana:
“…Mónica está con Pato en Viña, en el departamento de mi hermana Mónica y en Reñaca, segunda visita de Patatín a la playa de Viña. Ese niño es igual a ti Gonzalito, y Mónica y Pato chochos, hacen una odisea cualquier cambio, ayer pasaron a mostrar el crío en viaje a Viña, como a las diez, y estaban preparando todo desde las seis de la mañana….”
Y nuevamente sale a colación la casa de Algarrobo, con sus sobresaltos y sustos. Cuando no está en remodelación, o arreglos o ampliaciones, entra en un período de robos, y probablemente por los mismos que antes la arreglaban:
“…la última vez que estuvimos en Algarrobo, encontramos saqueada la casa, todo abierto por detrás, buscaban parece, un televisor. Se llevaron sabanas, cuchillería, frazadas, y tu radio-despertador, Cristián….”
Pero les fue mal al ser descubiertos por alguien del barrio. Tu madre cuenta que las cosas estaban en el Retén de Carabineros, a pocas cuadras de la casa. Cuando llegaron para hacer la denuncia, se encontraron que los carabineros disfrutaban felices de tu radio-despertador. Poco faltó para que los encontrara con su ropa puesta, o las frazadas en sus camas:
“….cuando fuimos a dar cuenta, estaba casi todo en la comisaría. Alguien dio la alarma y tiraron las maletas en la calle y huyeron. Me parecía raro ver mis ropas y zapatos esparcidos para mi reconocimiento sobre el mesón de la sala con carabineros. Sentimentales no quisimos regalarles la radio que estaban escuchando, y me siguieron en un gran vehículo a buscar la Blaupunkt (una radio antigua), se ve estupenda, en un hueco de honor…”
Habría que reforzar la casa. Felizmente no tuvieron que limpiarla mucho porque los rateros evitaron evacuar el vientre para esparcir los excrementos sobre las paredes y los cojines y así atraer la buena suerte. Por eso les fue mal, agrega tu madre:
“…ahora tenemos que pensar en puerta nueva para el dormitorio de abajo y en subir la reja de atrás y ponerle fierros en punta. Pero limpios para robar, no dejaron la caca de la buena suerte, por eso les fue mal…”
Te cuenta también sobre la vida diaria, y salpicándolo con detalles sabrosos donde se ríe de tu padre:
“…como siempre, ese día, Juan se levantó tempranísimo a las compras superfluas de última hora. Espero le dure el período en que cree comprar todo mejor que yo. Mientras se de ese trabajo, yo feliz….”
Pero tu padre con “antenas de gallo viejo”, la descubre:
“….desde la otra pieza, Juan me recomienda que no me burle de él con ustedes dos. Tiene antenas de gallo viejo, era justo lo que estaba empezando a hacer…”
En esos años la democracia cristiana había sido tironeada por dos tendencias claras, la de Eduardo Frei Montalva y Radomiro Tomic. Neruda, en “Confieso que he Vivido”, cuenta que Frei le hizo un “presente griego” a su camarada Tomic ofreciéndole el cargo de embajador en USA cuando ocupó la presidencia de Chile. A lo mejor eso lo ayudó a conocer políticos de relevancia como Bobby Kennedy, que le había prometido ayuda para su campaña, pero lo desconectó de Chile. Así fue como poco antes de las elecciones de 1970, Tomic llegó un tanto desligado de su país, su gente, y eso lo perjudicó; todo indica que además, su camarada Frei no se las jugó por él en la elección presidencial, donde Tomic terminaría perdiendo frente a Salvador Allende Gossens. Tu madre trata de largar algunos flotadores, algunos salvavidas, construir algunos puentes, total, ya corrían otros tiempos:
“….estoy por la unidad dentro de la DC. Algo he ayudado llevando a Olaya (esposa de Radomiro Tomic) al comando Frei que se postulaba como senador (hijo de Frei Montalva, ya que el padre había sido asesinado en la Clínica Santa María. Leer el blog “A lo mejor me habría ido del País….. asesinato de Eduardo Frei Montalva, 20 de Julio 2018). Estaban emocionados de verla, nos trataron como reinas. Tienen tantas lesiones entre ellos…”
Y en ese deambular por el Santiago de fines de los 80, tu madre, aparte de visitar agencias de empleo, ferreterías, supermercados Jumbo, también frecuentaba las peluquerías donde conversaba con la gente:
“…estuve conversando en la peluquería con una viejita de ojos celestes sobre Teilhard de Chardin, casi una hora más tarde me preguntó si la conocía, me pareció que de Valparaíso, hablamos de la Tata (pariente de tu madre y esposa de René Díaz, Capitán de Fragata en La Marina) de la María Angélica que está con cáncer en las tiroides. Al final me dijo que era la señora de Merino (Almirante José Toribio Merino, miembro de la Junta de Gobierno)…nos reímos harto de lo chico que es el mundo….”
Y tenebroso.
Y como las fuerzas armadas estaban dejando parcialmente el poder después de la derrota en el plebiscito de Pinochet, tu madre termina haciéndole una sugerencia:
“….le recomendé Mallorca para descansar en unos meses más….”
Y llega la eterna huella del tiempo que poco a poco –para espanto de algunos, ¿de muchos?- va clavando el rostro de los padres en el rostro propio, en la nariz, el cuello grueso, las arrugas en la frente, o los ojos capotudos:
“..hoy, el día amaneció nublado, al ir al baño no me gustó verme en los espejitos con marco de bronce que he ido coleccionando para colocar en lo que ahora es una pared, al final del pasillo, aunque dicen que los viejos deben rodearse de espejos, para mantener posturas armónicas, debiera haber empezado de joven, ya se me puso ese cuello gordo que no me gustaba en mi mamá…”
Por suerte, cuando te miras en un espejo de tu casa, en Michigan, ves nada más que el rostro de tu padre, y no arrancas despavorido, no te asustas. En tu casa tienes multitud de espejos, varios en el baño, el comedor, el pasillo, y que juegan con los años y los recuerdos, y claro, juegan también con la memoria. No te queda más remedio que aceptarlos. Y por ahí, a veces, descubres a tu padre:
“..me ha molestado un poco en la noche lo que comí al almuerzo, el pastel de choclo parecía cocinado en aceite industrial…… hoy tengo colitis y la cara verdosa, ése es el origen de la sacada de los espejos…”
En la casa de tus padres, continuaba ese estado de permanente ebullición democrática, de aire fresco, de llamadas telefónicas, de gente que entraba y salía de la casa, llegaba el optimismo:
“….me llama Rosa Pino, ni la recuerdo, está confundida entre otras dos democratacristianas, siempre con chalecos tejidos a mano, imitando los exclusivos de las lanas importadas, necesita dos entradas para el té de la Wilna Saavedra, bien bueno, y le explico como llegar donde la dueña de la tienda El Dato, cerca de Kennedy, sí, allá será el té, linda, llevo yo las entradas, me las pagas allá mismo, sí, a las seis en punto, habrá rifa….”
Conversa también con su hermana, Mónica, por las mañanas, sobre lo que se hizo o no se pudo hacer, los remordimientos que suelen corroer el otoño de nuestras vidas:
“….a Mónica y a mí nos remuerde la consciencia haber dejado a la mamá con la Oriana en sus últimos días…”
Y continúa hablando sobre el hermano de ellas, tu tío Cucho, que navegaba dificultosamente un divorcio que lo dejaría en situación precaria:
“….y ahora, además, Mónica siente haberle escrito a Cucho (tu tío Cucho) que se las arregle arrendando la casa de Vicuña para comer y haciendo clases de literatura en su casa de La Serena, y lo que más siente es haberle agregado que Juan le puso un abogado, y que con esto es lo que te puedo ayudar, con consejos….”
Y se consuelan mutuamente, se lamen las heridas:
“…no fue mucho consuelo decirle que si la vida se repitiera, casi seguramente volveríamos a actuar igual. Juan le puso abogado a Cucho para exigirle algo a Elena, ya que todo lo comprado entre los dos, fue cuando Cucho trabajaba, aunque él quiso ponerlo a nombre de ella todo. Cucho viajaba una vez al mes a buscar cuarenta mil pesos que después devolvería, eso duró diez meses, la última vez llegó borracho, de noche, y al día siguiente, ya en la Clínica Indisa, Juan le dijo que no entrara más a esta casa en ese estado. No hemos vuelto a saber de él…”
Por las tardes o los fines de semana, no pueden dejar de ver esa televisión que a veces los irrita:
“…. tengo que ver el noticiero del 7 plagado de propaganda indirecta a Büchi, mientras escucho a Juan despotricar por eso. Y yo que querría ver TV española……esta noche todo Chile –o sea, los con luz y los que no, por radio- verá el debate entre Aylwin y Büchi en TV (a Búchi lo asesora el mismo equipo que a Bush en los EE.UU.)….”
Y felizmente sale al Correo y a comprar chocolates, por eso te llegó esta carta:
“….ahora pondré estas páginas al correo, compraré un tarro chico de látex, y un chocolate para consolarme del día estúpido que he tenido. Tengo diez kilos de más, representa las tontas maneras de consolarme. Antes viajaba…”
(1989)
Queridos Cristián y Gonzalo (tu hermano):
Mejor les escribo a los dos al mismo tiempo, así resulta como una conversación entre los tres.
Es domingo en la mañana. Tengo la primera pieza vacía, solo con el computador. El sol entra por la ventana y casi no hay ruido de transito. Desperté con ganas de hablar con ustedes dos. Pero no de esas conversaciones tipo monólogo o pregunta y respuesta mirando el reloj porque lo normal es pagar alrededor o más de doscientos dólares al mes en teléfono que no se disfruta, solo queda el gusto del sonido rico de la voz del hijo, pero nada más. Y doscientos dólares es harto en Chile, unos seis pares de zapatos, o tres a cuatro meses de bencina, o dos meses de sueldo de la Verónica (su empleada), o en fin, además, siempre quedo con sensación de angustia al sentir la voz de ustedes, y nada más. Y si son ustedes los que llaman, me remuerde que gasten en mí, cuando allá es tan necesario tener cosas. Y porque hoy desperté pensando en que quería llamarlos, y para no ceder a la tentación del teléfono me vine al computador.
Juan (tu padre) está leyendo el diario, mientras hace tiempo. Por si alguien viene a ver el Chevette que está afuera limpiecito, con todas sus manillas y tuercas, recién tapizado, reluciente, listo para ser vendido en ochocientos mil pesos….el aviso del Mercurio dice: Chevette, única dueña, ver de 10 a 12 horas. Suecia 1521. Nunca he visto aviso más ambiguo, después de un año de ser usado acarreando a los hombres de las construcciones de Álvaro (tu hermano menor, el Plito) …son las 11.30, no ha venido nadie. Además llegan bien baratos los autos japoneses….mañana aparecerá un vendedor perdona-vidas y lo comprará en quinientos para revenderlo a dos años plazo…
Con el miedo a que no lleguen más importaciones, la gente ha agotado los televisores, videos y otros artículos eléctricos. La aduana está atochada de autos y también las calles del barrio alto, y de camiones y autos viejos los barrios antiguos….en días de semana, es difícil estacionar frente a esta casa. Como un hampón cualquiera amenazo, a quienes se estacionan arriba de la vereda, con pincharles los neumáticos….Con esta experiencia de ningún comprador domingo por la mañana, deberíamos consultar a un experto, están de moda ahora.
Los expertos abundan en política. Y se siguen al pie de la letra sus consejos. Y no se les puede negar el ingenio . En la televisión se hace propaganda a revista Que Pasa donde salen estupendas fotos de Büchi, o el último libro de Büchi, en venta más barato que papel de WC.
Hay comidas para reunir fondos para candidatos de oposición. Se va con gusto a la primera, pero repetirse el lugar más veces…Las Condes 11.00 creo. Tengo que vender 20 entradas para un té, 20 para una comida, y 20 a otra comida….también debería ir a Talca, pero no tengo auto bueno para más de dos horas de viaje….
Cuando escucho en TV hablar sobre los $ que llegan para la oposición y veo las modestas páginas con la vida de Aylwin, para repartir… es triste. Al lado de lo empapelado que está Santiago con pósters de Büchi.
Si no hay trampa, ganará Aylwin. Quien ha dicho y repetido que no puede prometer un gran cambio en lo económico, sino solo más justicia social. El Gato Pardo, o sea que todo cambia para quedar igual. Cuatro años, el tiempo mínimo indispensable para que la civilidad vuelva a la democracia. Hay gente que empieza a vender sus casas, ¿propaganda o miedo verdadero?
Ahora estoy escribiendo rapidísimo con este computador y si no releo, mejor. Tengo la seguridad de que la era de Gutenberg se multiplica, leo y veo en la TV como funciona el minitel, en que la gente se pasa hasta 16 horas diarias conversando por escrito a traves de un computador, o haciendo las compras….hasta la ropa se encarga por minitel. Será bueno cuando llegue a Chile….antes no creía posible la TV cable, y estoy enviciada con TV española. Si no puedo ver su noticiero de dos a cuatro, lo veo a las 7 en el canal 10. En el NEC se pierden de ver varios canales. Están el 2, el 3, el 4, el 6, el 8 y el 10. El dos intercambia películas las 24 horas. Algunas son antiguallas. Pero muy buena la TV española en lo internacional y películas de novelas famosas. También recorriendo ciudades, la semana pasada tocó Turku, casi me parecía ver a Ana María MacDonald (amiga de la familia. Leer «Juan Ernesto Riquelme: Chofer de Neruda por un Día», 13 de Abril, 2018 y «En el Mercado de Juan Ernesto y Ana María», 24 de Marzo 2018). Tengo desde mi cumpleaños un Sony rico, como el que tú me regalaste, Gonzalito, y que usa Mónica (tu hermana)….son más de las 11, nadie viene a ver el auto (?) ¿Y si yo rifara el mío a cinco mil el número? Tendría que vender 250 números, pero como está tan recalentado capaz que me sigan juicio…voy a pensarlo.
…estoy haciendo orden, increíble la cantidad de cosas inútiles que circulan por esta casa. Y mientras ordeno algo, junto desorden por otro lado.
A las once justas nos fuimos a almorzar a la Hostería del Arrayán, la que está junto al río. Bajo un parrón delicioso, con un guitarrista y otro músico al arpa. Pedimos pastel de choclo. El mozo tenía unas inmensas manos de Frankenstein. Estaba rico el pastel regado con cerveza. Me sentí valiente al no aceptar por castañas en almíbar algo negrusco como vomito de castaña….por aquí somos como los patos, limpiecitos y todo bien hasta dejar su diarrea…el viaje en el Chevrolet reluciente y chúcaro me dejó tan rendida, que me dormí el noticiero español de la tarde. Lastima, porque esperaba ver la ultima aparición de Bette Davis antes de morir.
Juan casi se infartó durante el almuerzo, cuando le conté lo de rifar mi Chevrolet a beneficio de Wilna Saavedra (candidata a parlamentaria el año 89 por el partido democratacristiano, PDC. Sacó 36.837 votos frente a Carlos Montes, del Partido por la Democracia que ganó con 51.504 votos. Ella falleció en el año 2011), claro que descontando para mi el valor del auto, más unos 300 mil para ella….ya se vio con mala reputación…
Ayer fuimos con Juan a ver las cosas que se remataban hoy en una lujosa casa de Sta. María de Manquehue (se arrienda la casa en cuatro mil dólares). Está en lo alto de un cerrito, con camino empedrado en laja roja. Por todos los ventanales espectaculares vistas a todos los techos del barrio…Juan quedó impresionado, no conocía ese barrio, ladera del Manquehue, cerca de un camino pavimentado que llega al cementerio donde fuimos a dejar a la Aminie y a la Corita, y donde tenemos un lugar familiar para todos, en el Parque del Recuerdo.
No sé si les conté que en el entierro de Aminie, pisé una piedra con el nombre de Tito Correa, un primo médico que se hizo un examen en la oficina de un colega y se le atascó en tubo en la garganta y dejó la consulta cadáver. Yo no lo sabía hasta que vi su nombre bajo mis zapatos, y Juan me explicó el suceso de hace unos dos años.
Yo también estaba un poco impresionada con el lujo de Sta. María de Manquehue, un lujo casi sin sol de mañana y de tarde. Había leído en el último Mensaje un estudio sobre la extrema pobreza en ese barrio. En la noche salen desde Conchalí a revisar los tarros de basura para comer restos y sacar papeles. Testimonio de un novicio jesuita.
Son las siete de la tarde, alguien vino a ver el auto, pero Juan anda con el por Indisa. Perdimos nuestro único interesado, un barbudo juvenil.
Mónica (tu hermana) está con Pato en Viña, en el departamento de mi hermana Mónica y en Reñaca, segunda visita de Patatín (hijo recién nacido) a la playa de Viña. Ese niño es igual a ti Gonzalito y Mónica y Pato chochos, hacen una odisea cualquier cambio, ayer pasaron a mostrar el crío en viaje a Viña, como a las diez, y estaban preparando todo desde las seis de la mañana….
Manuel Brunet (esposo de la hermana de tu madre, Mónica) se está poniendo medio gordiflón, quizás efecto de las drogas anti-funcionamiento hormonal; las soporta bastante bien, sin mareos como a mí. Mónica está saliendo de una neumonía que por suerte y ciencia le diagnosticó Manuel mismo. Ahora están en Guayacán descansando. Aquí en Santiago no tienen empleada. Los dos son agradecidos de la vida, escríbanles con cariño. Me da mucha tristeza lo poco que ha gozado la vida, siempre trabajando.
Juan Alberto (tu hermano mayor) se compró un station Lada, y fue con los tres niños grandes y Aída (esposa de tu hermano) a Farellones por el día.
Álvaro se fue el Viernes con Marlene y Gloria, su hermana, por Algarrobo, para estar el domingo en Viña en el cumpleaños de una prima de Marlene. Les encantó el departamento que les arrendé…y yo que tenía tanto miedo a la responsabilidad…
La última vez que estuvimos en Algarrobo, encontramos saqueada la casa, todo abierto por detrás, buscaban parece, un televisor. Se llevaron sabanas, cuchillería, frazadas, y tu radio-despertador, Cristián. Cuando fuimos a dar cuenta, estaba casi todo en la comisaría. Alguien dio la alarma y tiraron las maletas en la calle y huyeron. Me parecía raro ver mis ropas y zapatos esparcidos para mi reconocimiento sobre el mesón de la sala con carabineros. Sentimentales no quisimos regalarles la radio que estaban escuchando, y me siguieron en un gran vehículo a buscar la Blaupunkt, se ve estupenda, en un hueco de honor. Ahora tenemos que pensar en puerta nueva para el dormitorio de abajo y en subir la reja de atrás y ponerle fierros en punta. Pero limpios para robar, no dejaron la caca de la buena suerte, por eso les fue mal. No se atrevieron a subir las persianas del living, sólo había muchos fósforos usados por toda la casa, y eso que robaron de día.
Ya no nos resultan los asados, Gonzalito, sin tus chistes sabrosos. El domingo pasado vinieron todos, y como las dos aspiradoras mías están malas, a puro soplido, entre Pato y Juan, más los consejos de Álvaro, costó harto encender el carbón. Pato revolvía los carbones para prenderlos más rápido. Los tres gatos del patio gozaron del espectáculo desde lejos.
Ya Felipe (hijo menor de tu hermano Alberto) recorre la casa en estilo explorador. Nos observa a todos, Fernando (hijo de Alberto), casi lolo. Y Francisca (hija de Alberto), como escaparate de chucherías plásticas, según la propaganda de TV a las muñecas Barbie.
Como siempre, ese día, Juan se levantó tempranísimo a las compras superfluas de última hora. Espero le dure el período en que cree comprar todo mejor que yo. Mientras se de ese trabajo, yo feliz.
Desde la otra pieza, Juan me recomienda que no me burle de él con ustedes dos. Tiene antenas de gallo viejo, era justo lo que estaba empezando a hacer.
La Mónica me entregó un póster que tu mandaste para Álvaro, aunque Juan asegura haberlo comprado él para Mónica. La verdad, nos olvidamos totalmente de los pósters. Ahora, Álvaro nos dice que tu le enviaste dos, cree él, y solo hay uno, lo estoy viendo, ayer Mónica lo devolvió, me levanté a llamarte, Cristián, por eso, y se me olvidó. El libro que te encargo es un best seller del año pasado en los EE.UU., recién traducido al francés. Leí una crítica sobre el y me interesa, parece que tiene una postura parecida a la mía ante el cáncer. Dejé de tomar ácido ascórbico la semana pasada y se me quitaron los dolores de guatita. Voy a descansar un tiempo de los cinco comprimidos diarios.
Me fui a dormir a la pieza del fondo….Juan se siente solo, así es que a las 6.30 me voy a despertar con él y el café caliente. Gozo mi pieza mi pieza nueva, espaciosa y silenciosa, sin teléfono ni citófono. Como estar de viaje.
Con la vejez se tienen distintas mañas. A Juan le gusta la oscuridad y/o la luz eléctrica. A mí me gusta la luz natural solamente y el aire fresco de la mañana…
Estoy por la unidad dentro de la DC. Algo he ayudado llevando a Olaya al comando Frei. Estaban emocionados de verla, nos trataron como reinas. Tienen tantas lesiones entre ellos…
Estuve conversando en la peluquería con una viejita de ojos celestes sobre Teilhard de Chardin, casi una hora más tarde me preguntó si la conocía, me pareció que de Valparaíso, hablamos de la Tata (esposa de René Díaz, de La Marina) de la María Angélica que está con cáncer en las tiroides. Al final me dijo que era la señora de Merino (Almirante José Toribio Merino, miembro de la Junta de Gobierno)…nos reímos harto de lo chico que es el mundo. Le recomendé Mallorca para descansar en unos meses más.
He visto una muy buena película de Woody Allen, “La Otra Mujer”, y otra no tan buena de Jane Fonda, “Gringo Viejo”, en que los sanos y hermosos son los ideales norteamericanos ante las barbaridades de Pancho Villa….
No sé qué tecla moví y se me fue para abajo todo lo escrito.
Son más o menos las ocho de la noche, Juan me espera, y se pone lacio si está solo. Adiós antiguos viajes….me da pena verlo desamparado si no estoy con él.
Aída está con reemplazante puertas afuera. Echó las dos empleadas porque se le desapareció una caja con todas sus joyas. Más encima le siguen juicio por despido injusto, le han salido muchas canas a Aída, sin metáfora.
Mónica tiene en su casa una tía de Pato que le ayudará con la guagua por un tiempo. Antes, tuvo una niña que desarmó la puerta de corredera a la terraza y un día no volvió más. Ahora yo cuido a Verónica, cuando siento desde mi nueva pieza ruidos abajo, quiero creer que son ratones o un cuidador nocturno.
Pilar (tu esposa), Anita (casada con tu hermano Gonzalo. Hoy fallecida), avisen cuando viajen a Santiago para ir a esperarlas. Esta casa es más grande cada día, y hay lugar para quien quiera venir, además Algarrobo estará rico este verano en Chile.
Un gran abrazo a todos.
Lunes 3 PM (continuación)
Hoy, el día amaneció nublado, al ir al baño no me gustó verme en los espejitos con marco de bronce que he ido coleccionando para colocar en lo que ahora es una pared, al final del pasillo, aunque dicen que los viejos deben rodearse de espejos, para mantener posturas armónicas, debiera haber empezado de joven, ya se me puso ese cuello gordo que no me gustaba en mi mamá, para echarle la culpa a la cortisona, mejor, a la herencia….antes de las nueve estaba sacando los clavos de la ex puerta transformada en muro, usando uno de los tabiques que separaban en dos esta pieza, desde que nació Mónica. Quedó la pared bien agujereada y sucio el grabillado. Verónica (empleada nueva) me trajo el látex blanco que dejaron los maestros, resultó ser pasta de muros beige, y alcancé a dar algunos brochazos…le pedí trajera látex y que leyera la etiqueta del tarro, volvió con algo azul, revolviéndolo me sirvió para limpiar la brocha. Corro al teléfono, encargo de Álvaro, llamo a Verónica para que de un recado al chofer de Álvaro cuando venga a buscar la camioneta. El teléfono otra vez, a la Nelly Mingo se le demora en morir la mamá de cáncer, el teléfono otra vez, es Mónica que paso mala noche con la guagua. El teléfono otra vez, alguien quiere hablar con Juan, van a buscar para anotar el número, Verónica necesita plata para comprar el pan, le recuerdo que hay tres bolsas del pan especial de ayer, le explico como transformar en papas duquesa el puré de anteayer, y freír más “findus” para aumentar las presas de congrio del refrigerador, y hacer una entrada con dos paltas demasiado maduras, huevos duros y lechugas y un tomate que si no se come hoy, se pudrirá. Me ha molestado un poco en la noche lo que comí al almuerzo, el pastel de choclo parecía cocinado en aceite industrial, pero para no echar a perder el rato lo tragué sin saborearlo mucho, confiando en que pasara por las tripas rápido, hoy tengo colitis y la cara verdosa, ése es el origen de la sacada de los espejos. Pensaba ir a comprar a la ferretería un tarrito de látex. Mejor leo el diario La Época que sigue subiendo de precio sin aumentar contenido. En menos de diez minutos he revisado las pocas páginas. Tengo que vender o las tendré que pagar yo, las últimas cuatro entradas del té de mañana para juntarle $ para la campaña de Wilna Saavedra, va a diputado por La Florida. Verónica hace ruido en el baño, espero lo limpie bien, desde anteayer que no lo hace, mejor sigo con la Muerte de Artemio Cruz, mejor que le regale dos entradas a la Mónica y va con alguna amiga. La desperté, mala honda, dice no tener amigas interesadas en política. Me llama Rosa Pino, ni la recuerdo, está confundida entre otras dos democratacristianas, siempre con chalecos tejidos a mano, imitando los exclusivos de las lanas importadas, necesita dos entradas para el té de la Wilna Saavedra, bien bueno, y le explico como llegar donde la dueña de la tienda El Dato, cerca de Kennedy, sí, allá será el té, linda, llevo yo las entradas, me las pagas allá mismo, sí, a las seis en punto, habrá rifa. Yo regalé un reloj, otra una mantelería, la dueña de casa una tenida completa, a trescientos pesos el número, el negocio es que las cosas a rifar son regaladas. Verónica está esperando que yo salga para empezar su «telefonitos», lo sé por el apuro con que hace su trabajo. Topa por la ventana del baño el trapo húmedo que pasa por los muebles para dejarlos con aspecto de limpios…Mónica, mi hermana, ya convaleciente de la neumonía, no se fue a Guayacán, estaba demasiado cansada todavía. Dice que la Oriana (hermana mayor de tu madre), ahora que ya sabe que ya está mejor, la llama para llenarla de problemas, que el Banco del Estado, donde Manuelito (hijo de su hermana Mónica) le abrió cuenta ahí, o que el jardinero, algo tuvo que ver con Mónica en eso, también le cuenta lo malo que estuvo el almuerzo del Rotary, y que hoy se juntan las cinco ex compañeras, y que también será aburrido, y Mónica tiene remordimientos de quedar sentida por haberla escuchado, para mis adentros de tener las relaciones temporalmente cortadas desde hace años para sobrevivir, la paranoia podría ser contagiosa, y la Oriana es como el Sida, deja sin defensas. A Mónica y a mí nos remuerde la consciencia haber dejado a la mamá con la Oriana en sus últimos días. Y ahora, además, Mónica siente haberle escrito a Cucho (tu tío Cucho, hermano de ellas) que se las arregle arrendando la casa de Vicuña para comer y haciendo clases de literatura en su casa de La Serena, y lo que más siente es haberle agregado que Juan le puso un abogado, y que con esto es lo que te puedo ayudar, con consejos. No fue mucho consuelo decirle que si la vida se repitiera, casi seguramente volveríamos a actuar igual. Juan le puso abogado a Cucho para exigirle algo a Elena, ya que todo lo comprado entre los dos, fue cuando Cucho trabajaba, aunque él quiso ponerlo a nombre de ella todo. Cucho viajaba una vez al mes a buscar cuarenta mil pesos que después devolvería, eso duró diez meses, la última vez llegó borracho, de noche, y al día siguiente, ya en la Clínica Indisa, Juan le dijo que no entrara más a esta casa en ese estado. No hemos vuelto a saber de él. También que se me murió algo, porque mientras yo estuve enferma ni me escribió. Su explicación: creí que no te dabas cuenta que tenías cáncer.
…lavo mis pilchas personales, riego las plantas y ya son las doce. Arreglo las entradas, son las una. Álvaro y Marlen almuerzan conmigo, Juan llega al final. Álvaro observa burlesco como traga su padre, igual a como lo hizo él, quince minutos antes. Juan critica algo, casi lo mismo que criticó quince minutos antes, Álvaro. Calcado al padre. Juan se para de la mesa medio sentido. La verdad que está molesto porque alguien le pagó con cheque de una cuenta cancelada, y Álvaro le había dado la plata y ahora le protestaron el cheque. Álvaro y Marlen se van a la TV de mi pieza, me quedo con Juan porque lo entiendo, y tengo que ver el noticiero del 7 plagado de propaganda indirecta a Büchi, mientras escucho a Juan despotricar por eso. Y yo que querría ver TV española…para más tarde, ya descansado Juan va a decirles algunas palabras amables a Álvaro y Marlen. Al irse me mira con cara de pedir disculpas. Ya no siento nada, solo ganas de estar sola, se van ellos y yo me siento al computador y les termino esta carta empezada ayer. Álvaro me dejó, antes de irse, bien colocada la impresora. Ahora pondré estas páginas al correo, compraré un tarro chico de látex, y un chocolate para consolarme del día estúpido que he tenido. Tengo diez kilos de más, representa las tontas maneras de consolarme. Antes viajaba…
Estoy quizás demasiado consciente de que en la medida que nos quede menos tiempo, tenemos que disfrutarlo. Sobre todo, las cosas importantes, como el espacio, el tiempo. ¿Por qué los hombres no entienden la vida así en la vejez?
Esta noche todo Chile –o sea, los con luz y los que no, por radio- verá el debate entre Aylwin y Büchi en TV (a Búchi lo asesora el mismo equipo que a Bush en los EE.UU.). Mónica y Jaime los grabarán para enviárselos a ustedes.
Un gran abrazo
Ximena