Ese año, en el 85, mi padre fue elegido presidente de la Clínica Indisa pero no lo mencionó en sus cartas. A través de mi madre y en términos fáciles le comentó, mientras llegaba a cambiarse ropa para una reunión:
“….que él es el ministro del interior de la Clínica Indisa y Luchini (otro médico) de relaciones exteriores….”
Llegaba Diciembre del año 85 y continuaban las protestas en Chile. Mi madre cuenta:
“…ayer por ejemplo, fueron los médicos los que trataron de protestar en el cine Oriente por las políticas de salud y los disolvieron con bombas lacrimógenas cuando marchaban, de a dos en dos, por Providencia tratando de llegar a su local de calle Esmeralda. Desde el Mercado Providencia volvieron a sus autos armando tacos por los bocinazos que provocaban partes. También el director de la revista Mensaje, Renato Hevia, está declarado reo, no sé si preso, por un lote de leyes y sus escritos en la revista….”
Pero en el fondo todavía Chile se movía sin grandes cambios:
“….aquí no pasa nada, es un mundo estático, solo nos movemos para comer y evacuar.”
Sin embargo algo se avecinaba, un potencial cambio parecía que asomaba su cabeza sobre un horizonte distante. Mi hermano Álvaro saca a colación, por ejemplo, que las primeras tarjetas de fin de año que llegaron eran de un pariente marino y del ex general director de carabineros Vicente Huerta. ¿Qué estaba ocurriendo?:
“….en este momento Álvaro comenta que las primeras tarjetas de fin de año son de “milicos,” Tata y René y Vicente Huerta…”
Mi madre continuaba empujándome hacia la escritura. Días atrás encontré un libro del escritor suizo Karl Ove Knausgaard, titulado “Por qué Escribo,” que me atrajo por el título y por su brevedad. Ahí el suizo nos cuenta en pocas páginas las razones por las que él escribe. Dice que un día, viendo un programa en la tele donde entrevistaban a un escritor que vestía de manera descuidada, con su chomba metida adentro de su pantalón, dijo con toda seriedad que escribía porque sabía que se iba a morir. Esa declaración tan solemne, pero venida de un tipo que vestía con esa facha de Cantinflas, le pareció que no encajaba bien y se largó a reír a carcajadas. Y de ahí le nació una de las razones que lo empujaban a él a escribir. Dice que lo hace para justamente llenar ese vacío, ese tremendo gap que percibió entre la facha de ese escritor, con su chomba mal ajustada y metida adentro de su pantalón, y esa declaración tan seria y solemne. Cuenta que:
“……literatura no es primariamente un lugar para la verdad, es un espacio donde la verdad se juega. Para que la respuesta a esa pregunta –escribo porque me voy a morir- tenga el efecto esperado, para que nos parezca algo verdadero y genuino, tiene que primero crearse el espacio donde algo así se pueda anunciar. Eso es escribir: crear un espacio donde algo se pueda decir.”
Me gusta mucho más esa definición que la expresada por Martín Cerda a mi madre, y que mencioné en una nota anterior. Según Cerda:
“….el escribir es un oficio aislado, un tanto neura, según Martín Cerda, ya que la gente sana se limita a vivir simplemente (claro que esa es su opinión)….”
Como escribí antes, felizmente no le hice caso a mi madre y no fui escritor, aunque siempre me quedara el gusto, el gustito. Y a lo mejor, después de tantos años, creo que sigo escribiendo para llenar un vacío que todavía no sé cual será, que todavía no encuentro, o al que todavía no puedo verle la cara.
Pero volvamos a las cartas, a ese recorrido por los años 80 adentro de una familia chilena, la mía, la de mis padres. Las cartas nos muestran que continuaban los problemas domésticos con las empleadas de esos años. No sé si algo así pudiera ocurrir ahora en Chile, o si lo que ocurría en mi casa en esos años ya era inusual. Como menciona mi madre, tuvo un cambio de gabinete “empleadil” donde finalmente “la negrita” había partido. Pero aquí van las cartas, la primera es de mi padre que disciplinadamente, y como lo hizo siempre, pasa revista a su gallinero dando cuenta de todos los cambios, sean estos importantes o no. Era como un protocolo metódico que siempre siguió. ¿Algo parecido a lo que hacía en el quirófano?:
Santiago, diciembre 04 de 1985
Querido Cristián:
Hemos gozado con tus últimas cartas, y la segunda parte de tu cuento. El relato que haces de los diversos personajes y las agudas observaciones son extraordinarias. Es un agrado leerlas y releerlas.
Espero que esta carta ye llegue antes de que partas a USA. Te deseamos para Navidad y Año Nuevo, que junto con Pilar pases muy feliz.
El pasaje págalo con American Express y utiliza la tarjeta para todas las cosas necesarias. Pasa la Navidad y Año Nuevo en un ambiente agradable, sin pobrezas y con muchas esperanzas. Ojalá que todo el problema de la visa se arregle fácil como lo tienes planeado, y que a futuro tengas un trabajo que te libere de los problemas económicos. Creemos que es muy justo que tú y Pilar, estén para esas actividades juntos. Nosotros los echaremos de menos; pero será menos penoso el saber que están mutuamente acompañados. Pienso que el trabajar y el investigar se complementan cuando se logra una justa retribución económica.
La mamá está bien de salud y muy animada. Esperamos ir a verte a USA en los primeros meses del próximo año.
Álvaro está haciendo un curso de tasación, para mientras tanto ver si puede ganar algo en es rubro.
Mónica (hermana) y Pato trabajando por sueldos casi míseros.
Gonzalo (hermano) siempre alentando la idea de irse a USA. Pienso que consolidado tú en USA, quizás podrían lograrse algunas facilidades para este fin.
Alberto (hermano mayor) logró la revalidación en España; la puesta en marcha del Departamento de Nefrología en Indisa se está realizando sin inconveniente. Espero que los primeros meses del próximo año podrá estar trabajando.
Yo estoy en la Clínica Indisa trabajando satisfactoriamente (ese año había sido elegido presidente del directorio) y con la esperanza de desarrollar nuevos planes de expansión. La situación general del país la debes conocer mejor que nosotros. Dios quiera que se logre una solución antes de que sea demasiado tarde.
Reciban tú y Pilar, un cariñoso abrazo y beso de la mamá, los hermanos y míos.
Juan
4 de Diciembre 1985
Cristiancito querido
Me hiciste reír con tu segundo grupo de páginas, el Olaf (un gato que tuve) y su muerte…y la gente tan preocupada de vivir a lo loco. ¿Seremos así? Pienso arreglarle algunas faltas de ortografía y pedirle a algún escritor -¿quieres Trejo?- que le haga una crítica. Martín Cerda fue elegido presidente de la Sociedad de Escritores de Chile así que hace tiempo que no lo veo, pasa relleno de problemas. Me leí tus páginas de un tirón, como las primeras que enviaste. Ahora las lee, y además las medita, tu papá. Me gusta mucho tu estilo, lleno de anécdotas, y ese no se qué de sentirlo todo como un sueño o pesadilla….y es que la vida aquí en Latinoamérica es así, y también me gusta que ese, tu sentir, lo traslades a Berlín. Me parecía ver al profesor sufriendo las revelaciones en un pasillo….
Hoy es miércoles 4 de Diciembre, el sol calienta las cortinas del poniente, ya son cerca de las 7 de la tarde. Dejé de escribir y marqué tu número, ayer también lo hice, pero más temprano y no estabas. No; fue anteayer. Parece que ahora estás durmiendo. ¿Hace mucho frío? ¿Se te hielan los pelos de las narices al caminar por la calle? Berlín debe estar fantástico iluminado de Pascua, y eso hace sentirse más solo. Me ha pasado hace muchos años…..supongo ya tienes el vuelo listo para Cleveland, eso nos alegra la Navidad. No puedo estar serena sabiendo que no estés bien contento. Y tienes razón, lo que cuenta es cada día, en primer lugar, y el largo plazo, importante, pero en segundo término. Un día que no haga mucho calor, voy a ir a San Diego a comprarte el libro de sinónimos y antónimos de Aguilar. Esa editorial se terminó, el libro se agotó en España y aquí, y es lo mejor que hay para corregir el lenguaje. Nuevo, valía hace cuatro años unos tres mil a cuatro mil pesos. Es necesario para cambiar palabras cuando al leer se escuchan sonidos poco armónicos.
Parece que te gustó el que hiciera un recorrido de la familia; entonces vuelvo donde te dejé. Lo pasamos muy bien en Jahuel. Me cansé un poco al ir con Alberto )hermano mayor) y su familia en el mismo auto, ya que los niños van conversando todo el tiempo, pero es entretenido, es volver a escucharles a ustedes. Gonzalito (hermano) y Anita llevaban un lote de tarritos para la “Cosita”. Estaban un poco decepcionados por la vejez y fealdad de la pieza que les tocó en el segundo piso de la parte antigua. Se nota la gran diferencia entre criar un primer hijo y un tercero. Francis (hija de mi hermano mayor) si tiene hambre se llena con queso, pero a la “Cosita” todo bien programado. Alberto y Aída llevaban el espíritu de gozarlo todo, y estaban escandalizados de que Juan amenazara con irse si no nos daban una pieza al jardín (lo que conseguimos). Un breve comentario duro y firme de Gonzalo, hizo comprender a J. Alberto que era mala educación hablar con Aída unas pocas palabras en alemán….cada uno piensa que el otro es el mal educado…pero después y antes, y durante esos días, tuvieron excelentes relaciones. Los niños conquistan hasta a tu papá, a ratos…Mónica (hermana) y Pato también fueron desde Reñaca. Jahuel estaba lindo como campo y atención hotelera, pero no pude bañarme, el agua estaba heladísima, parecía de cordillera. Esta mañana quisimos ir a la piscina del Club Providencia, pero hay que ser socio, o pagar 450 pesos por persona (para estar una hora, no vale el viaje y los $). Si el cine vale 200 pesos. Quisimos ir al cerro San Cristóbal, pero ya eran las doce y Pato llega a las una…y en subir el cerro se nos iría el tiempo.
No me contestas, debes estar durmiendo…..ahora marqué de nuevo y la segunda vez tu teléfono contestó ocupado, quizás después de mi primer llamado tu marcaste a Cleveland.
Tengo cambio de gabinete empleadil. La negrita tontita se fue porque contraté a una cincuentona, ex suplenta de la agencia, que dice sabe hacer de todo, por $15.000 al mes (un sueldazo). La Luz se vuelve a su casa ya que a su hija le subieron el sueldo en el Banco del Estado y además jubila. Ni Juan Alberto quiso a la negrita. A propósito de Juan Alberto, quizás este fin de semana se vayan a su casa de La Reina con un mozo que consiguieron. También la Oriana (hermana mayor de mi madre) les ayudará. Están contando el cinco y el diez para vivir hasta que les paguen las máquinas (maquinas de diálisis que se trajo de Alemania) o su arriendo, pero están felices en Chile y entretenidos. Ayer por ejemplo, fueron los médicos los que trataron de protestar en el cine Oriente por las políticas de salud y los disolvieron con bombas lacrimógenas cuando marchaban, de a dos en dos, por Providencia tratando de llegar a su local de calle Esmeralda. Desde el Mercado Providencia volvieron a sus autos armando tacos por los bocinazos que provocaban partes. También el director de Mensaje, Renato Hevia, está declarado reo, no sé si preso, por un lote de leyes y sus escritos en la revista.
Este fin de semana iremos Juan y yo solos a Viña. Quiero nadar en esa piscina del mar y comer machas a la parmesana aunque quizás no, dicen que están con una serie de venenos fecales desde el terremoto.
Me cansé de escribir leseras porque no pasa nada importante en esta pieza, en esta casa, en este barrio….quiero ir este fin de semana a ver al cura Renato Hevia con Juan.
Ayer vino a almorzar Edmundo Concha y Carmen Machado. Estuvo más o menos para mí, tenía sueño y no se terminaban de ir después del almuerzo. Además no traían copuchas interesantes.
Un gran abrazo, mi amor querido, y escríbeme cuando te vayas a USA y no ahorres; usa la tarjeta, cómprate de todo para el refrigerador y anda a comer al KDW a mi nombre.
Un gran abrazo
Ximena
…pregúntale a Nany del Pedregal (una chilena que vivía en Palma de Mallorca) si recibió el trajecito tejido para su futuro nieto. Se lo mandé certificado. Escríbeselo, ¿quieres? Lo malo es que boté el comprobante antiguo creyendo era de los antiguos a ti.
Viernes 6 de Diciembre, 1985
10:30 am
Cristiancito querido
Espero ya tengas en mano los tickets para Cleveland (en este momento Álvaro comenta que las primeras tarjetas de fin de año son de “milicos,” Tata y René y Vicente Huerta). La carta para ti aun no la he puesto al correo. Queríamos ir al Miramar, Juan y yo solos este sábado, para arrancar de la teletón, pero cierran el tránsito para permitir el pase a la Virgen de lo Vásquez.
Lo siento, quería haber ido con flores a las tumbas de mis padres. Mañana serán harán 13 años de la muerte de mi mamá.
Ayer Mónica y yo fuimos a la piscina Tupahue en el San Cristóbal. Hartos colegiales porque si van en grupo pagan 150 pesos en lugar de 250 que pagan los adultos. Precioso el lugar, PERO, el eterno pero, los carabineros o milicos hacían ejercicios de tiro que retumbaban en el cerro (cuando no, escuchábamos una radio a todo volumen). Al entrar nosotras, sin pasar por las duchas, encaramándonos sobre un pequeño muro para no mojarnos, querían que nos sacáramos los zapatos. Bastó que yo los mirara de arriba abajo para que los pobres se turbaran.
Hace calor, el mejor lugar sigue siendo la casa. Ahora voy al correo, donde para que no se manden revistas han subido los precios. Por el librito Cartas a Laura pagué $1060 (casi lo mismo que el libro). Juan llega en este momento a cambiarse ropa para una reunión. Me cuenta que él es el ministro del interior de la Clíinica Indisa y Luchini (otro médico) de relaciones exteriores….
Y aquí no pasa nada, es un mundo estático, solo nos movemos para comer y evacuar. Son las 11:30 y he escuchado los problemas maritales de una amiga por diez minutos.
Un gran abrazo
Ximena