Mi madre continúa combatiendo el cáncer ingiriendo megadosis diarias de vitamina C hasta el limite de la diarrea. Es así como declara:
“…..estoy contenta, ayer llegué a la dosis máxima mía, 64 gramos de vitamina C.”
Aída, la señora de mi hermano Alberto, es la primera en regresar a Chile con sus hijos. Mi hermano llegaría meses después. Ahí comienza un torbellino que mis padres apenas conocían porque ya habían olvidado lo que era interaccionar con niños en la casa; pero los gozan, como lo menciona mi madre:
“…..llegaron a tiempo los niños de Alberto. Son felices y eso contagia…”
Pero también cansan:
“…..ayer los llevamos al Sheraton, almuerzo infantil con payasos y mesones y mesones de lindas cosas de comida…y el teleférico. Juan se durmió rendido.”
También menciona las cartas que yo les escribía, pero ahora desde Berlín, donde me fui por un año para hacer un postdoctorado en el Fritz Haber Institute dirigido por una luminaria, el legendario Profesor Gerischer. Me ocurrió que como todavía no sabía qué realmente hacer con mi vida, qué rumbo tomar, seguí estudiando otro poquito imaginando que todo lo otro llegaría por añadidura, esa capacidad para descubrir algo nuevo, inventar o revelar algo nuevo, me llegaría como complemento y de manera fácil. No ocurriría de esa manera, topé techo y palpé la realidad cruda de mis limitaciones. Podría haber insistido, a fuerza de marketing, de vender mi imagen y buenas intenciones, podría haber continuado, pero para eso tampoco me sentía preparado, no era bueno para eso, habría tenido que invertir demasiado tiempo y energía, asunto que veía verdaderamente difícil. Al regresar a Cleveland, con algo más de claridad vi que trabajar en la industria era una verdadera posibilidad. Y no me arrepiento; y con Pilar que hizo lo mismo, no nos arrepentimos.
Pero volvamos a las cartas de esos años, unas cartas que nos muestran una vida familiar agitada, complicada. La vida de mis padres en los 80 fue una lucha contra demasiados sobresaltos, cambios, emboscadas, todo muy activo y donde frente al menor descuido se podía perder el control. Por un lado estaba el cáncer que emboscaba a mi madre mientras planificaba el matrimonio de mi hermana, Mónica, y por el otro el nuevo trabajo de mi padre a una edad en que muchos se jubilan, y adyacente a los problemas políticos y rodeado de los hijos que saltaban del nido y regresaban, saltaban y regresaban. Mi hermano Alberto junto a su familia retornaban de Alemania. La renovación de su título médico (para poder ejercer en Chile) no fue un trámite fácil. En su carta mi madre menciona al ex General Director de Carabineros, Vicente Huerta, como un amigo que ayudó en esas gestiones. A él lo recuerdo fumando un puro bien hediondo cuando llegaba a nuestra casa; entraba y se calentaba las manos sobre las llamas de una chimenea que tiraba humo, pero del otro, sin aromas. Las conversaciones eran amenas y siempre salpicadas con historias bien contadas, con mucho suspenso y bien hilvanadas, como tirando de un cordoncito que poco a poco entregaba sorpresas, chistes, remaches contundentes. El general Huerta fue el que se presentó en la oficina del presidente Eduardo Frei Montalva, una vez que Allende ya había triunfado en las elecciones presidenciales del 70, para anunciarle que él estaba listo, que ante la primera orden de él, de Frei, carabineros, con retenes distribuidos en todas las ciudades y pueblos del país, se tomaban Chile, así de simple. Frei le dijo que no, y le rechazó la oferta. Siempre imagino que a lo mejor ahí Frei selló parcialmente su suerte, y que a lo mejor habría vivido hasta la ancianidad si hubiese aceptado esa maniobra. Cuando lo contaba sentía y veía que el living de la casa se ahogaba de más humo, pero no sabía si venía del incendio en La Moneda, de la chimenea o del puro gordo y oloroso que el general se restregaba sobre sus labios mojados.
Mi padre al escuchar el tecleado le pide a mi madre que por favor le muestre lo que está escribiendo. Por eso me cuenta que
“…..prefiero (sorry) escribirte a mano porque así Juan no me pide leer lo que te escribo……”
Al final, posterior al abandono de la quimioterapia, cuenta que se hizo una ecografía después de tomar por varias semanas megadosis de vitamina C:
…….”y el Examen salió NORMAL!!! (pero se me olvidó sacar fotocopia) ESTOY FELIZ, FELIZ, FELIZ.”
Aquí van las dos cartas:
Stgo, lunes veintitantos, Mayo 1985
Cristiancito querido
No nos llegó tu carta empezada en Berlín, pero sí la tarjeta desde Canadá. Claro que con eso de hablarnos por teléfono es como si estuvieras a la vuelta e la esquina.
Nos hubiera gustado estar con ustedes en Cleveland, pero nos hubiera sido sano a interrumpir esa tercera luna de miel entre ustedes. Estoy contenta Cristiancito, luego volverá Juan Albertito, aunque me tinca que antes del año querrá volar a mejores horizontes….por ahora gozo los nietos. Ayer los llevamos al Sheraton, almuerzo infantil con payasos y mesones y mesones de lindas cosas de comida…y el teleférico. Juan se durmió rendido, y el próximo Domingo en que yo pensaba ir a Algarrobo para el techo con un arquitecto, quiere ir solo conmigo…pero también le encantan los niños. Sólo que teme que si me muevo me destripe.
Estoy contenta, ayer llegué a la dosis máxima mía, 64 gramos de vitamina C, sin diarrea. Además estoy gordísima, 67 kilos por los 6 comprimidos de lisado de corazón diarios, que hacen aumentar de peso.
Te escribo de carrera para poner esta hoy al correo. Y tú, escribe por favor. Tus cartas las releemos un lote de veces. Tu papá las goza, está chocho contigo.
La demás gente está bien. El sábado fuimos a ver Regreso sin Causa; por cortesía a Juan no me salí. Un teatro plano, un tema tratado plenamente, aburridísimo. Todo aquí es latoso. La gente que solo habla del tiempo, y diarios y revistas escriben de naderías. Por eso creo que llegaron a tiempo los niños de Alberto. Son felices y eso contagia.
Un gran abrazo y cuéntame de todo.
Te quiero
Ximena
…..Albertito debe sentirse muy solo. ¡Junten sus soledades!
Lunes 27 en la tarde (escrita entre el 27 de Mayo y el 11 de Junio de 1985)
Cristiancito
Dos a tres veces por semana voy donde el joyero. Desde la última quimioterapia he quedado con algo de falta de fuerzas en las manos, así es que sólo voy a “dirigir” el trabajo. Hice un anillo con aguamarina para Cecilia (sobrina de mi madre) que se casa en Octubre, y cinco pendientes parecidos al de Oriana (su hermana) y Pilar (mi señora), para los médicos que me han atendido. Mezclo el oro puro con plata de 900 solamente, para que no de ese viso de cobre (que tanto gusta a los joyeros chilenos). A mí me sale el oro más claro, como italiano, y en 18 kilates. El taller de joyería está al fondo del patio de una casa muy modesta (sería pieza y baño de empleada) ahora es taller, y en el W.C. está el horno. Las dueñas de casa son dos viejitas, madre y tía del la socia del joyero, ambas viudas, una de un diputado y la otra de un senador. Al verlas, siempre trabajando en medio de su pobreza, cuesta imaginarlas 20 años atrás. Ahora viven de su montepío. Quizás esto ya te lo escribí, es que me ha impactado. La casa está ubicada en calle Domingo Santa María a unas seis cuadras de Independencia, más allá de la Escuela de Medicina.
Bueno, hoy venía llegando helada de frío (prefiero el frío a la estufa a parafina del taller) y aquí me esperaba Juan con tu carta. Era casi cómica la expresión de ternura de tu padre al leerte. Lástima que no dediques más tiempo a escribir….con unas dos horas diarias sería suficiente. Tengo la dirección de Carmen Balcells la señora especialista en aconsejar a las editoriales españolas qué libros publicar (me la dio Pilar Serrano, la mujer de José Donoso) te la voy a buscar por si quieres enviarle algo largo. Me tinca que te publicarían.
No me preocupa que te inquietes de mi CA (cáncer). ¿Conoces algo más agradable que hablar de uno mismo? Los niños de Juan Alberto han llegado en el momento preciso. La segunda quimioterapia me ha dejado algunas secuelas que ya sé, no se me irán (quizás sí). Si me acuesto de espaldas y muevo la cabeza me da como vértigo, algo anda mal en mi oído derecho. Los dedos meñiques de las dos manos me molestan, con el músculo hasta el codo. Las rodillas se me enchuecan a veces, y los pies me duelen……y en las mañanas tengo los dientes sueltos. De repente me canso como si levantara un cerro con los hombros. ¡Creo que detuve a tiempo las quimioterapias! Juan también está contento, ahora, con esa decisión mía. No me he vuelto a sacar ecografía. Quizás vaya a Palma de Mallorca a fines de Junio por unos dos meses. Quiero escapar del frío de Santiago, y nadar en esas preciosas playas. Si me pudiera ir, antes me “ecografiaría” el abdomen para saber si hay líquidos y/o tumores. Si todo está más o menos bien me decidiría a ir. Apenas llegue a Madrid te llamo por teléfono, y tú podrías ir por un fin de semana desde Berlín a Mallorca, o por más días si pueden (en las grandes tiendas regalan los folletos a todo color, hay viajes por una línea alemana, con hotel incluido y muy baratos). Te invito si pagas con American Express. Creo que en Karstad se paga con esas tarjetas. Y si tu no puedes ir a Mallorca, yo voy a Berlín y Münster.
Claro que quizás esté soñando: Mónica se casa el 21 de Junio, el 24 es San Juan y el 26 me iría a Europa….y el 27 estaría nadando….y no volvería hasta Septiembre…claro que tendría que llevar kilos de vitamina C y del fétido lisado….pero le voy a hacer la pelea a este “Maligno”. Es muy importante para vivir querer vivir y pasarlo bien, y no pensar en tragedias.
Me gustaría mucho si hicieras hablar al Cachorrito (mi hermano Alberto) para conocerlo mejor, ahora que está solo allá (su mujer le enciende la mecha del idealismo y después se asusta del fuego…) tendría que entender que aquí no se engaña a nadie. La policía política tiene metido en sus computadores a todos los ciudadanos. Y esperan meses y años antes de tocar a alguien con todos sus conocidos. TRATA DE CONTAGIARLE ALGO DE TU ESCEPTICISMO SOBRE LA RAZA HUMANA.
Lunes, Junio, no sé que fecha (continuación escrita a mano)
Hoy llamaste por la mañana. He pasado días medios malos porque subí la vitamina C a 64 gramos diarios. Pero el sábado fuimos por el día a ver el techo de Algarrobo y me comí en tu nombre un inmenso plato de machas a la parmesana en el Quisco.
Quiero olvidar esta pieza en que he sufrido tanto este año. Ahora estoy contenta. Llamó Vicente Huerta que es muy amigo del famoso Miguel Schweitzer consejero en la Universidad y es bien posible que gracias a las magníficas recomendaciones de los alemanes, le convaliden los exámenes a Juan Albertito y Aída. La semana pasada en la Universidad con tanto trámite se nos vino el alma abajo. Aída hace todos los trámites que Juan empezó en Marzo. Yo confío más en los amigos que entienden la magnifica preparación de Alberto. Schweitzer pide los exámenes de Chile y además el plan de estudios de Münster y Bielefeld completos y protocolizados (palabras textuales). Con esos datos, más lo ya entregado, se evitarían exámenes nuevos.
Prefiero (sorry) escribirte a mano porque así Juan no me pide leer lo que te escribo. Creo que si me descompuse la semana pasada fue de miedo a que algo no resultara en la convalidación. Necesito nadar, hacer ejercicios. Mañana me harán un control ecográfico. Si va relativamente bien me iría el 26 de Junio en Lufthansa a Frankfurt, ahí tomaría un tren a Berlín (me encantan los trenes). Así es que tu quédate tranquilo el día 27 esperando mi llamada telefónica desde Frankfurt. Si estoy cansada o es tarde, me iría al Hotel Savoy, que está frente a la Estación de Ferrocarriles en Frankfurt. Iré con bien poco equipaje y sé muy bien tomar el metro del aeropuerto al hotel (lo he hecho más de 10 o 15 veces, no sé). Y de todas maneras te llamo desde Frankfurt a tu trabajo y/o a tu departamento. Después de verte a ti y Alberto vuelo de Frankfurt a Madrid y Mallorca, donde espero reponerme de todos los traumas síquicos de operaciones y quimios….y nuevamente , cuando empiece a extrañar esta casa, vuelo de Mallorca-Madrid y Frankfurt para verte (ya Juan Albertito no estará en Münster) y tomar el avión Frankfurt-Chile.
También sería bueno arrendar algo en Palma y juntarnos tú, Pilar y yo a veranear.
Desde aquí reservaré algún hotel en Palma de Mallorca para la primera semana allá. Creo que estaría contigo 5 a 7 días. No sé si tenga que irme desde aquí con las reservas hechas.
Esta será mi noche más larga sola. He tomado la decisión de no más quimioterapia. Ahora Juan está de lo más contento. No creo que la vitamina C me sane totalmente pero me permite una vida “vivible.”
Después, en Berlín, hablaremos más de todo. Tú verás a tu madre con 10 kilos más….y pelada. Se ha demorado en salir pelo, pero ya los puntitos tienen 10 milímetros.
Mañana, antes de la una, te pondré esta carta al correo si la ecografía sale bien, si no, te escribiré sobre el matrimonio de Mónica o sobre política chilensis, porque aunque me fuera a morir, voy a pensar en otra cosa. Si me va mal no te mando esta carta ni tampoco voy a Europa. De esta ecografía no quiero que sepa Mónica (mi hermana) para que cualquiera sea el resultado, tenga un matrimonio sin nubes. Aprovechando unas juntas de pasajes de Lan, Pato y Mónica irán de luna de miel a Buenos Aires por 7 días. El 21 tendríamos una comida en el Sheraton, creo (Juan es amigo del Gerente) con 15 personas por parte de Pato y 15 por nosotros.
A Mónica le estoy haciendo su traje de novia con un molde que traje de USA (me quedó casi regio, por el genero US$100 más 15 por el molde).
Le encuentro toda la razón a Mónica de que sea solo un matrimonio civil. Mucha gente joven lo hace así y solo se casa por la Iglesia si quieren poner los niños en colegio católico, y cuando estén bien seguros de no separarse.
Un gran abrazo
Ximena
…el joyero es bastante xxxx, si no estoy al lado, deja feo el trabajo.
Y el Examen salió NORMAL!!! (pero se me olvidó sacar fotocopia) ESTOY FELIZ, FELIZ, FELIZ
Cariños
Ximena
Cristiancito
Ya es definitivo. Vuelo el miércoles 26 y llego a Berlín el 27. Pienso estar más de dos meses en Palma. Apenas lo tenga te mando el número de vuelos, etc., y la fotocopia.