Otra vez estoy en el subterráneo de la casa. Los gatos me acompañan al bajar las escaleras porque se imaginan que les voy a abrir la pequeña ventana que tenemos conectada a una jaula ubicada en el jardín. Ahí los dejamos escapar sin ese peligro de que maten pájaros o mueran atropellados. Pero no les abro la ventana por el frío que hace ahora, en el otoño. Se quedan alegando frente a la ventana, pero al final, al mover las cartas, me acompañan en la lectura y me miran como si les fuera a dar comida.
Un querido amigo me cometa que estas notas se parecen a un confesionario. Y esa idea tiene mucho de verdad. A lo mejor han sido los años transcurridos los que le dan otra dimensión a las cartas, donde algo que originalmente fue privado, dirigido a solo una persona para traspasar noticias, al sacudirlas a los cuatro vientos, al mostrarlas después de tantos años, se transforman en confesiones. Aquí va la siguiente:
Cristiancito querido Santiago, 18 de Agosto de 1982
Me pasa como a ti, las cartas ya escritas como que se me traspapelan y no las pongo al correo sintiendo que ya las escribí…… Juan y yo hemos gozado tus cartas, son tan sabrosas…. pero lo mejor fue conocer a la Cristiancita de Colombia, es linda, parece muy tierna. Me encantó su aspecto estudiantil. El amor es como la jardinería, arte y paciencia dan belleza a la relación.
El 4 de Agosto llegó de Mallorca mi amiga española, allá no podían creer que viniera al último rincón del mundo…. es enfermera, jefa de docencia en la Universidad de Mallorca. De mi edad, y soltera por exceso de cerebro. Ahora fue a Buenos Aires por 5 días. Ha sido buena su venida, es alegre y sin complicaciones, crea un clima simpático, nos hacía falta aire fresco…. vuelve a Palma en los primeros días de Septiembre. Siento no poder irme con ella, aunque tengo pasajes, necesitaría unos mil dólares; no sé, si me los consigo sería bueno un mes de nadar y guatita bajo los árboles de las playas de Palma…. Me hacen falta vacaciones. Desde Junio que Juan no trabaja, ya renunció al hospital. Atiende su consulta en la linda oficina ex Jumbo, y opera en Indisa o Clínica Alemana. En ese edificio de Huérfanos hay como 7 o 9 oficinas que se arrendarían a cualquier precio ($25.000). Las quiebras siguen silenciosamente. Te envío la revista Hoy, que detalla más. El dólar está a $60 pesos, me da rabia haber comprado sillas y la mesa para la secretaria de la oficina en donde los encontré más baratos, y pagué con American Express, ahora llegaron las cuentas traducidas al nuevo precio del dólar….y el vestido mío de madrina del matrimonio y otras cosas más que se pagan a EE.UU. en American Express, por suerte no es mucho, otras personas tienen feroces deudas en dólares. Dicen que este es el principio del fin, pero ya lo han dicho tantas veces…. Lo que sí es grave es el desempleo y la falta de seguridad para emprender algo. Sería bueno que ustedes vieran la posibilidad de no trabajar en Chile, en cualquier parte estarán mejor pagados, por lo menos yo, creo que me adaptaría en cualquier parte, con tal de no ver esa pobreza que no puedo remediar. Vivimos desilusionados, tratando de pasarla en lo grisáceo…quizás de lejos se aprecien la amistad chilensis, lleno de silencios, pero aquí impresiona la pobreza. Hoy fui al centro en micro (libertad tarifaria) junto a la mugre, el mal olor, y entre gritos de venta de Ambrosoli…llegué rendida a la oficina de Juan, tengo que pensar “consulta”.
Dile a Gonzalo que vea, desde ya, algo para trabajar fuera de Chile. Aquí ya nadie ocupa ni para “junior” a un economista, están totalmente desprestigiados….y para ti….ya sabes…ser profesor, porque de investigación sólo se investiga lo qué hace la demás gente. Por suerte para nosotros, ya conseguimos con el Banco parte de los dólares para Gonzalo, y lo demás los compraremos con el desahucio que le entregarán en unos meses más, y ahí también pagaremos el préstamo. Pero estoy contenta de que se haya casado, así Anita cuida de él, ya le hicieron el diagnostico de fiebre reumática y eso me suena a falta de defensas, algo como lo de mi hermana Mónica y mío…mejor que no viva solo. Pero que no vuelva a Chile a pasar pellejerías. Tu hermana Mónica me dice que la mayoría de los egresados se van. Marcelita (Marcela Brunet, hija de su hermana Mónica) con su marido y la guagua viven con la Mónica. Tuvieron que vender la casa al fracasar la importadora.
Juan mirando a su alrededor se siente privilegiado. Cobrando más barato tiene siempre operaciones y el decano le ofreció, desde el próximo año, docencia donde él elija. Será seguramente en la Asistencia Publica. También dictó en Junio un curso sobre enfermedades de la columna, se llenó el aula del Colegio Médico, con más de cien inscritos para la semana. En Octubre dictará otro curso sobre enfermedades vasculares del encéfalo.
Como ves no todo es triste, o todo está más o menos normal. Sólo yo soy la que tengo unas ganas locas de ver a tu hermano, a Juan Albertito. No sé por qué lo he extrañado mucho estos últimos meses, creí estar ya acostumbrada a que viviera lejos. Recuerdo la angustia de esos primeros meses de 1974; era como si lo hubiera abortado. De repente me quedé sin hijo. En las noches iba a ver su pieza vacía. Ahora ya no queda nada de él aquí. Me gustaría verlo subir la escaleras corriendo, quizás por eso no quiero dejar esta casa. De ti y de Gonzalo sé que están a la distancia de un telefonazo y la comunicación se restablece. Con Albertito algo intangible nos separa, somos como desconocidos, con miedo de acercarnos. Y lo quiero tanto. Y corto. Me estoy poniendo cebollera…son los cincuenta…
Junto con dos revistas Hoy, te envío Muerte en el Vaticano, una novela, dicen verídica, de autores desconocidos….chamullo
Le voy a escribir a Gonzalito y Anita para que vayan planificando sus gastos cuidadosamente (ni han llegado más de US$20 en American Express, no son gastadores, parece). Apenas tengamos algo de $ te mandaremos, aunque dices que te alcanza lo que tienes, sé que eso da para vivir apenas (este mes nos costó juntar los US$ de Gonzalito). Pero de repente llegan un lote de enfermos caros y se arregla la situación de $. Desde que nos casamos ha sido así. Si tienes cualquier urgencia, por favor llama, ya sabremos de donde sacar $$$.
En cuatro meses te vamos a ver aquí, eso me alegra ya. Gracias por llamar el 16 y felicitaciones por la Cristiancita de Colombia, tienes buen gusto.
Un gran, gran abrazo de tu mamá.
Ximena
…… y me tengo que censurar con la carta siguiente. No la he podido re-escribir para mandarla porque un gato apoya su trasero encima de la carta. Y no me he sentido lo suficientemente muerto como para mandarla ahora, lo suficientemente encerrado en un cajón como para mandarla ahora. A lo mejor otro día, en otro momento, cuando ponga la carta al sol por un tiempo, o cuando la lea varias veces, porque ahora me siento demasiado vivo, demasiado bueno para los puñetes, las patadas y eso no está bien.
¿Qué debo hacer? No lo sé. ¿Lo sabe usted?